SIRENAS

VERDAD O MITO

Una fría mañana de abril, dos hermanos, Mateo y Julia, fueron a jugar a la playa de enfrente de su casa en un pueblo llamado Sitges. Ellos no podían creer lo que vieron en esa playa, un varamiento de ballenas; los niños sorprendidos grabaron el desastre. Entre todas esas ballenas había una especie de cuerpo, como el de un humano pero sin las piernas. Mateo, temblando, llamó a su padre, Bryan McCormik, un biólogo marino.

No tardó en llamar a su equipo para llevar a cabo una investigación; fueron a esa playa, y seguidamente tomaron muestras de las ballenas, para saber cómo habían llegado hasta allí. También recogieron el cuerpo de la criatura extraña para investigarla.

Los científicos estudiaron a las ballenas y lo que esperaban encontrar era que se repitiera la historia de Washington [América]: lo que pasó allí era debido a que los sonares militares hacían que las ballenas fueran hacia aguas no profundas y debido a la poca profundidad sus órganos se dañaban lentamente y poco después se asfixiaban.

Asombrados, los científicos no encontraron éso, era muy distinto. Ellos encontraron pequeños cortes por todas partes, y una especie de agujero en sus orejas por el cual se desangraban. Dentro de los cortes encontraron una especie de piedra tallada, y en algunas ballenas una pequeña lanza hecha de esa misma piedra.

Los resultados llegaron inmediatamente a los oídos de McCormic, y con la misma rapidez que llegó la información, Bryan ordenó que estudiaran el cuerpo de la criatura que sus hijos habían encontrado.

Era un cadáver realmente peculiar; no se podía identificar cuánto tiempo llevaba muerta la criatura, porque parte de su cuerpo no estaba a penas desintegrado, pero lo que vendrían a ser sus piernas, estaba totalmente desintegrado. Sólo quedaban los huesos.

Los científicos investigaron el cuerpo y verificaron que no era humano; no tenía dos piernas si no una cola de pez, y algunos rasgos en su cara eran diferentes. Sus ojos tenían una capa más, impermeable, sus dientes más puntiagudos. No tenía nariz, disponía de una especie de branquias en el cuello, sus orejas tenían un sistema de oída diferente, por ondas, como el de las ballenas, y lo que tenía también esa criatura era la piel más gruesa. Bryan fue uno de los primeros en enterarse de éso y entonces descubrió que su teoría era real. SIRENAS. Eso replanteo la historia de la humanidad: Hace millones de años había una especie acuática más inteligente que todas las demás, con el único propósito de invadir. Una vez tuvieron todo el mar a su disposición fueron a tierra, convirtiéndose en los primates que conocemos. Con el tiempo las dos especies evolucionaron, eran diferentes, y no hace tantos años, en la época de guerras medievales, y por alguna desconocida razón, la población marina que conocemos como sirenas disminuyó, tanto que decidieron esconderse. Aunque no es definitivo, muchos navegantes afirman haber visto SIRENAS.

 

Martina Monclús 12 años